Harina De Otro Costal

Esta podría ser la historia de una amistad, una amistad preciosa. De hecho, nos encantaría poder contarles la historia de dos tipazos, que hace años se hicieron grandes amigos y se quisieron como hermanos. Tanto que cada uno fue el padrino de la boda del otro y se bautizaron a los hijos que tuvieron y criaron juntos. Llegaron incluso a ser socios y a montar su propio negocio: una panadería a la que le pusieron “La nuestra”, de lo orgullosos que estaban del fruto de su trabajo y de su gran amistad.
Nos gustaría mucho decirles que Valentina, la niña de uno de ellos, se enamoró de Víctor, el niño del otro, y soñaron con casarse cuando crecieran y el sueño se les cumplió y fueron todos felices y comieron perdices… Nos encantaría poder echarles ese cuento pero no podemos contárselos porque no ocurrió así.
Y es que, hace trece años, Aniceto y Plutarco, que así se llaman estos dos tipazos, tuvieron un pleito horrible por cuestiones de trabajo y dejaron de ser los mejores amigos y hoy son lo que son: ¡Enemigos a muerte! Aunque, según las malas lenguas, las cosa no fue tan laboral y se sospecha de que Maigualida y Carmencita, las mujeres de ambos, tuvieron algo que ver con eso. La verdad no la sabe nadie, pero lo cierto es que estas dos familias viven amasando panes y horneando tortas con el mismo tesón con el que amasan y hornean el odio que se tienen. Un odio tan grande que involucra a sus familias, a sus empleados, a sus amigos ¡y hasta a sus pobres clientes!
En fin, que nos habría encantado contarles la historia de una gran amistad entre dos familias felices, pero la felicidad dura poquito, y este cuento que no es de hadas sino de gente normal y corriente nos tiene que rendir para un montón de capítulos. Además, nuestros personajes como que son de esos que prefieren tener la razón antes que ser felices y eso les complica la vida y, si eso tiene solución o no pues…¡eso es harina de otro costal!